Está prohibido ocupar un escaño en el Parlamento provisto de una armadura. Pero aún está más prohibido morirse allí, bajo pena de ser arrestado. En cambio, una mujer embarazada puede orinar en el casco de un policía: la televisión UKTV Gold publicó el martes el ranking de las leyes británicas más absurdas.
En la cabeza de la clasificación, realizada con las respuestas proporcionadas por las 4.000 personas interrogadas, se encuentra la prohibición de morir en el Parlamento (27%).
Pegar un sello con la efigie del Rey con la cabeza hacia abajo, considerado como un “acto de traición”, le sigue de lejos con un 7% de las respuestas. Después se encuentra esta extraña disposición que permite trabajar a una mujer con el pecho al descubierto si es una empleada de una tienda de peces tropicales en Liverpool.
En el reino del absurdo, está también bien clasificada la obligación que tienen todos los escoceses de abrir su puerta a una persona que tenga una necesidad urgente. También destacar el permiso de matar a un escocés en los muros de la antigua ciudad de York. Pero solamente si lleva arco y flechas.
Peor clasificada, pero, puede que porque las personas preguntadas no la hayan entendido bien, figura una ley que declara “ilegal no decir a su preceptor lo que no quieren que sepa, pero legal decirle aquéllo que no les molesta que sepa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario